Comentario
Preparativos del gran viaje
Una vez satisfechas las demandas personales y familiares de Colón, el mismo día 30 de abril ordenaron los reyes todo lo necesario para armar la flota que habría de surcar el Océano. A través de siete documentos89 podremos seguir brevemente la actividad desarrollada durante los tres importantes meses que precedieron al gran viaje.
-- Se mandaba a las autoridades de la zona poner a disposición colombina tres carabelas que él eligiera. Al final los barcos del descubrimiento no fueron tres carabelas, sino una nao --la Santa María-- y dos carabelas --la Pinta y la Niña--. La nao Santa María o capitana de la flota iba mandaba por Colón. Su propietario era el marino cántabro y más tarde célebre cosmógrafo Juan de la Cosa, natural de Santoña y vecino de la villa del Puerto de Santa María. Los tripulantes de esta nao, también llamada la Gallega, eran todos o casi todos del Norte de España.
La Pinta y la Niña fueron costeadas por los vecinos de Palos. Aquella era capitaneada por Martín Alonso Pinzón y la Niña por su hermano Vicente Yáñes Pinzón. Se distinguían por tener menor capacidad de carga, pero eran más veleras que la Santa María. El nombre oficial de la Niña era el de Santa Clara.
-- Se ordenó a los vecinos de Palos que en diez días armasen a su costa dos carabelas y se las entregasen a Colón. Por alguna desobediencia o fechoría cometida años atrás esta villa había sido condenada por el Consejo Real a servir a los reyes a su costa durante dos meses. Ahora había llegado el momento y los monarcas ordenaron que se cumpliera. A pesar de ser tan rotundo el documento real, los paleños respondieron con desidia y desinterés. Fueron lentos en disponer las embarcaciones y más lentos aún en alistarse para este viaje. Sólo cuando Martín Alonso Pinzón se decidió a ir a descubrir con Colón, los marinos paleños respondieron positivamente. Nadie se fiaba de un extranjero sin prestigio. Martín Alonso, sin embargo, era respetado en toda la comarca como hombre experto, rico y valiente, además de estar respaldado por una nutrida clientela de deudos y amigos que lo seguían allá donde él fuera.
-- Para equipar la armada con todo lo necesario ante un viaje de estas características, los monarcas enviaron a las autoridades de la zona y de sus reinos en general la orden de colaborar en todo con el capitán Cristóbal Colón.
-- Igualmente se ordenó a los recaudadores que todo el cargamento de esta armada estuviese exento de pagar derecho ninguno.
-- Por una carta de seguro, los reyes ordenaron suspender las causas criminales de los marineros que participasen en la armada hasta dos meses después de finalizado el viaje. Gracias a este documento los primeros que se alistaron fueron los del crimen, es decir, cuatro condenados a muerte --y no más-- que por tradición y según las leyes castellanas los Almirantes de Castilla podían sacar de prisión para que participasen en una armada de la Corona. En este caso, los reyes concedieron el mismo privilegio a don Cristóbal.
-- Cristóbal Colón recibía el nombramiento de Capitán mayor de la armada, y como tal debía ser reconocido y obedecido por todos.
-- Como capitán, Colón sería también portador de una singular carta de los reyes castellanos dirigida al Gran Khan o a cualquier otro príncipe de la India.
Con estas normas nuestro navegante salía de Granada el 12 de mayo, para llegar pocas jornadas después a Palos, poner a punto su flota y hacerse a la mar en busca del Cipango asiático y del Gran Khan de la China.